Me llamo Elena, soy de Las Playitas, permítanme que les cuente una pequeña historia.
Había una vez…un grupo de 15 chicos y chicas que vivían en la isla de Fuerteventura. Un día se encontraron en un planeta nuevo, maravilloso y mágico, el planeta de la ANIMACIÓN. Uno a uno fueron llegando a la ESCUELA-TALLER ANIMARTE. Allí fueron recibidos por la directora, Bárbara, y sus ayudantes, Begonia y Abel, y juntos emprendieron la aventura que a continuación paso a relatarles.
Empecemos…ejem…mmmmmmmmmm, ¿por dónde iba?, ¡Ah, sí, ya me acuerdo!. Un día hace ya dos años, el grupo ANIMARTE, decidió presentarse ante el mundo y darse a conocer. Empezaron a estudiar, a ensayar, a trabajar en el mundo de la ANIMACIÓN.
Hicieron obras de teatro, monólogos, desfiles, dieron la bienvenida a los turistas, participaron en Cabalgatas de Carnavales, y así día tras día, su labor seguía…
Recorrieron la isla, viajaron a otras tierras, y aprendieron que paciencia debían tener si el curso querían obtener. Se esforzaron y lograron llegar hasta el final a base de esfuerzo y solidaridad.
El camino ha sido largo, muchas asignaturas, muchas aventuras, muchos profesores, muchos malabares, y también calamares, zancos, pelotas, juegos, maquillaje, idiomas…¡cuánto bagaje!, mucho que estudiar y aprobar, y un montón de exámenes a realizar, pero con tesón y cariño hemos hecho un guiño y lo hemos conseguido.
Estamos en la clausura final, pero en el principio de una nueva etapa, es un día de muchas emociones, y no somos emoticones. A todos quiero saludar, directora, profesores, compañeros, y a todos gracias dar.
En definitiva, ANIMARTE ha sido de lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas, tanto profesionalmente como personalmente. Así que chiquillos, compañeros, acuérdense de todo lo bueno que hemos aprendido y compartido, riámosnos y olvidémosnos de lo malo. Sean felices y nunca cambien.
Y antes de despedirme, unos pequeños consejos quiero dar a quien quiera escuchar:
TODOS SOMOS ANIMADORES EN NUESTRA VIDA, Y TÚ PUEDES SER UNO DE ELLOS.
EL JUGAR Y DIVERTIRSE NO ES SÓLO DE NIÑOS, TAMBIÉN DE ADULTOS Y PERSONAS MAYORES.
Elena Cabrera Santana
